Madriguera.

Su nombre era Violet.

Era Violeta para su padre. Violet cuándo firmaba. Vio para los amigos. Leti para su abuela. 

Pero para Christian siempre será 'Vi' .

Ella era como la flor que le da nombre. Todos los días se abría al mundo y cada noche se cerraba en sí misma. Siempre llevaba una triste sonrisa dibujada en un pálido rostro, pero a nadie le importaba porque era invisible, invisible para su madre, para el instituto, para el chico que le gustaba. Invisible para todos.

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K.

"Te quiero y te odio a la vez. Quiero estar contigo, pero a la vez lejos de ti.

Te extraño, te echo en falta, pero no quiero, no debo. Vete, solo así, podré olvidarme de ti.

¿No lo entiendes? Por que no te vas? Dejaste claro que no soy nada para ti.

Vete, y no vuelvas más. Te entregué mi corazón y a ti no te importó."

Sigues cerca de mi, acechándome como un fantasma, pero esta vez lucharé, lucharé para sobrevivir, para dejar de llorar cada noche. Mis lágrimas han llenado todo el mar. ¿Y a ti te da igual, verdad?

Pero lograré vivir sin ti.